Las Salineras de Maras es uno de los más grandes centros de extracción de sal de origen prehispánico, situado en el Valle Sagrado de los Incas en la región de Cusco, Perú. Este impresionante complejo de pozas de sal es un ejemplo notable de la ingeniería preincaica, que aún conserva técnicas ancestrales y artesanales para extraer sal de los yacimientos naturales. Este lugar ofrece impresionantes vistas panorámicas.
Explora la magia de las Salineras de Maras y sumérgete en una tradición ancestral llena de historia y belleza natural. En este blog te enseñamos todo lo que necesitas saber sobre las Salineras de Maras. Ven y vive una experiencia única en este destino imperdible.
Las Salineras de Maras está constituida por un conjunto de 4,500 pozos de sal, dispuestas en hermosas terrazas escalonadas que cubren las faldas del cerro Qaqawiñay con una inclinación de 20 grados. Estas terrazas descienden hasta la ladera occidental de la quebrada del riachuelo Salineras ocupando un área de 15 a 20 metros de hectáreas. Las terrazas de las Salineras de Maras están construidas con muros de piedra unidos con mortero de barro, formando diques que delimitan pequeñas pozas.
Las pozas de sal varían en tamaño, oscilando entre 1 y 5 metros cuadrados.Estas pozas tienen una belleza natural espectacular. A lo lejos, las pozas parecen un mosaico blanco y rosado que se extiende por todo el paisaje, ofreciendo una vista impresionante y unicas.
Las Salineras de Maras se encuentran a una altitud de 2,940 metros, en las laderas del cerro Qaqawiñay, dentro de las comunidades de Maras y Pichingoto. Este impresionante sitio está ubicado a solo 7 km al noreste del distrito de Maras, en la provincia de Urubamba, Cusco. Además, se sitúan a unos 57 km de la ciudad de Cusco cerca al sitio arqueológico de Moray.
En tour organizado: Esta opción es la más recomendable para quienes buscan total comodidad, ya que incluye transporte desde tu hotel, un guía especializado y, en algunos casos, hasta comida. Muchas agencias ofrecen tours a las Salineras de Maras, que suelen combinar con la visita al sitio arqueológico de Moray.
Taxi o servicios de automóvil privado: Si prefieres más flexibilidad, puedes contratar un taxi o servicio privado desde Cusco o Maras. Aunque es más rápido, también es más caro, dependiendo de lo que negocies con el conductor. Esta opción es cómoda y segura. Algunas agencias también cuentan con movilidad privada.
Transporte público: Se realiza en minivans o autos colectivos que parten desde el Terminal de Pavitos, en dirección de Cusco a Urubamba hasta el desvío de Maras desde allí tomar otro vehículo que te lleva a las salineras. Los vehículos suelen esperar a llenarse, por lo que los horarios pueden variar. El trayecto dura 2 horas aproximadamente.
El clima en las Salineras de Maras es mayormente templado, con días soleados y noches frescas. La temperatura promedio oscila entre los 10°C y 20°C.
♥ Temporada Seca: Comienza de mayo a septiembre, ofrece un clima soleado con una temperatura promedio de 21ºC. Los días son despejados, ideales para visitar, mientras que las noches son frescas y agradables.
♥ Temporada de Lluvias: Va de octubre a marzo, con días nublados y lluvias frecuentes, presenta paisajes verdes que combinan con las Salineras.
La época propicia para visitar este recurso natural es en la temporada seca entre los meses de abril y octubre. Durante estos meses, las condiciones climáticas son más favorables para caminar y disfrutar del paisaje sin las interrupciones de las lluvias con días soleados y un sol radiante.
Las Salineras de Maras son conocidas por su rica biodiversidad típica de la región andina. Presenta especies herbáceas y arbustos adaptados a la altitud, dominadas por el ichu (Stipa ichu), y el molle (Schinus molle), junto con cactus, aliso (Alnus glutinosa) y la tara (Caesalpinia spinosa) y entre otras especies propias de la zona.
Maras alberga una amplia diversidad de especies que incluyen desde la Gaviota Andina (Chroicocephalus serranus) hasta los venados andinos (Hippocamelus antisensis). Entre otras especies notables, se encuentran el Pato Cordillerano (Lophonetta specularioides), diversas especies de colibríes (Trochilidae), la Perdiz Andina (Nothoprocta), y el zorro andino (Vulpini).
Según las investigaciones arqueológicas su origen de las Salineras de Maras se remonta al Horizonte Temprano 700 a. C hasta 1000 d.C con las culturas preincas de Chanapata y Killke, quienes iniciaron la explotación de las salineras. Estos asentamientos pre incas ya utilizaban el agua salada que fluye de un manantial subterráneo, desarrollando un método rudimentario para la obtención de sal.
Durante el periodo inca, la explotación de sal alcanzó su mayor auge bajo los gobernantes Túpac Inca Yupanqui y Huayna Cápac. A través de los Yaconas, lograron controlar y gestionar la producción de sal. Los incas no sólo intensificaron la explotación, sino que también mejoraron el sistema de pozas y canales, optimizando la recolección de sal, convirtiendo las Salineras en un recurso valioso para el intercambio comercial con otras regiones del imperio
Una de las leyendas más conocidas sobre la creación de las salineras es la de Ayar Cachi, uno de los hermanos Ayar, quienes, según la mitología inca, fueron los primeros fundadores del imperio. Se dice que Ayar Cachi, dotado de una gran fuerza, lanzó una roca desde la cima de una montaña, lo que dio origen al manantial de agua salada que alimenta las pozas hasta el día de hoy.
En la época colonial, las Salineras de Maras continuaron siendo explotadas, aunque administración pasó a manos españolas bajo nuevas estructuras administrativas. Durante el virreinato las pozas de sal quedaron bajo la administración de los ayllus de Oyola y Malocas, todos pertenecientes al pueblo de San Francisco de Asís de Maras. A su vez, los ayllus Cachic y Pichingoto, pertenecientes al pueblo de San Pedro de Urubamba, intercambiaban sal cada 15 de agosto.
En el siglo XVI, el oidor Juan Sala asignó las salinas a descendientes de Túpac Inca Yupanquientre los que se encontraban figuras como Don Felipe Topa Yupanqui, Don Alonso Titu Atauchi, Don Pedro Cusi Paucar, Cacique principal del pueblo de Maras, Doña Francisca Asarpay, Sancho Cusi Paucar, entre otros.
En 1969, el Estado Peruano asumió el control de la extracción, refinamiento y comercialización de la sal en todo el país, creando la empresa pública EMSAL. Años después, en 1977 se reconoció oficialmente a la comunidad campesina de Maras como distrito, siendo los herederos de Ayllu de Maras, quienes asumieron la responsabilidad de la explotación de los recursos salineros.
Posteriormente en 1980 la comunidad de Maras tomó posesión de las Salineras de Maras y, junto con la comunidad de Pichingoto, constituyeron la empresa Marasal S.A., propiedad de ambas comunidades. Desde entonces Pichingoto gestionó la administración y venta de la sal a nivel nacional e internacional, convirtiéndola en un sustento económico del distrito. Alrededor de 400 familias propietarias de los pozos de sal, aseguran su sustento y el de la comunidad.
El Estado peruano declaró a las Salineras de Maras como Patrimonio Cultural de la Nación el 27 de noviembre. Este reconocimiento no sólo destacó su valor histórico y cultural, sino que también aseguró la protección y preservación de este lugar.
Actualmente, las Salineras de Maras siguen en funcionamiento y son una fuente de ingresos tanto por la venta de sal como por el turismo. A pesar del paso del tiempo, los métodos tradicionales de recolección de sal se han mantenido intactos, preservando una herencia ancestral. Las pozas de sal siguen siendo propiedad de las familias locales, quienes las heredan y las cuidan, asegurando que esta tradición milenaria continúe de generación en generación. Hoy en día las Salineras de Maras es visitada por miles de turistas de todo el mundo.
Son pequeños estanques de sal que miden entre 1 y 5 metros cuadrados, siendo los lugares de trabajo donde se realiza la extracción de sal por medio de la evaporación natural del agua salada se cristaliza y llega a alcanzar 10 cm. La mayoría de las pozas tienen una altura de 50 a 60 centímetros, estas pozas producen sal en un ciclo de tres días,cada poza corresponde a una familia que se encarga del proceso de producción y extracción de sal, preservando así la tradición.
Los reservorios también conocidos como puñoc en quechua, son 17 pequeños depósitos que almacenan el agua salada que se distribuye a través de un sistema de canales hacia las pozas. Cada reservorio puede llegar a regar a 100 pozos aproximadamente. Estos reservorios aseguran que siempre haya un suministro constante de agua para las salineras, incluso durante las épocas de sequía.
Las eras son áreas planas ubicadas cerca de las pozas, diseñadas para recolectar y secar la sal extraída de los pozos. Una vez obtenida, la sal se deja al sol para que se seque de forma natural. Estas eras generalmente miden dos metros cuadrados, pero varían en su forma y tamaño según su ubicación y las condiciones del terreno.
Son tres canales de aguas subterráneas o acequias, que están conectadas al canal principal de donde se origina el agua salada, las cuales distribuyen agua a las pozas de elaboración de sal. Estos canales miden entre 15 a 20 centímetros de ancho, estas se dividen en pequeñas mechas por donde se desvíe ela agua.
Las mechas de riego son canales o conductos más pequeños que abastecen y filtran agua salada hacia las pozas. Se les conoce como mechas de riego por ser extremadamente delgadas y angostas semejante a las raíces de un árbol. Estos conductos llegan a medir de 5 a 2 cm de ancho según la distancia del recorrido, mientras más lejos se encuentra la poza puede llegar a medir 5 cm y si la poza está cerca mide 2 cm.
Los manantiales son fuentes de agua saliferas que emanan del subsuelo y son captadas desde el interior, contienen una alta concentración de minerales. En las Salineras se encuentran dos manantiales de agua conocidos por los pobladores como Puma Pucyo o manantial hembra y Sumac Pucyo o manantial Mancho, siendo la fuente principal.
La producción de sal en Maras sigue un método artesanal. El agua salada de la fuente «Puma Pucyo» y Sumac Pucyo se canalizan y distribuyen a las pozas donde alcanza una profundidad de 5 centímetros. Tras tres días de evaporación, la sal comienza a cristalizar en la superficie, formando capas de hasta 10 centímetros. Este proceso, conocido como “Tikasca,” permite que cada pozo genere entre 150 y 200 kilos de sal al mes, completando así el ciclo de producción.
Para recolectar sal, primero se rompe la capa cristalizada en la poza, en una tarea conocida como «cuyuchi» o “aflojar.” Los trabajadores, descalzos o con ojotas, usan herramientas tradicionales como la “p’anana” o «tulkina,» aunque hoy también se emplean palas modernas.
Una vez suelta, la sal se recoge con tablas de madera llamadas «cachipichana,» formando montones cónicos que luego se trasladan a la era para secarse. En grupo, se puede usar la “keperina,” una manta de colores, para transportar más sal. La calidad mejora si se barre cuando está bien seca, asegurando que el producto sea resistente y de mejor acabado.
Desde tiempos antiguos, los pobladores de las salineras de Maras han empleado técnicas ancestrales para la recolección y extracción de la sal.
Barrido en seco: Consiste en barrer la sal de las pozas, cuando estas se encuentran secas en unos 20 a 25 días. La sal madura y tiene un peso óptimo, facilita la recolección y tiene un color más fuerte y es más fácil de limpiar.
Barrido en mojado: Barrer la sal en pozas con agua es más complejo, aunque se obtiene una sal más limpia. Este proceso, que toma de 10 a 15 días, requiere esfuerzo extra y resulta en una sal de menor calidad y menos minerales.
Desde tiempos prehispánicos, las comunidades han usado herramientas sencillas pero efectivas para recolectar sal, muchas de las cuales se siguen empleando hoy en día junto con instrumentos modernos. Entre las principales están:
Desde tiempos preincaicos, pasando por la era incaica y el periodo colonial, la sal ha sido esencial en el comercio entre comunidades de la selva, la sierra y posiblemente la región central de la sierra. A través del trueque, este mineral facilitó el intercambio de bienes y el fortalecimiento de lazos entre pueblos. Hoy, la sal continúa siendo un recurso clave en las transacciones comerciales, tanto entre los habitantes de la región como con los visitantes.
Es importante mencionar que el ingreso a las Salineras de Maras no forma parte del Boleto Turístico del Cusco. Para visitar las Salineras de Maras, una opción conveniente es optar por un tour todo incluido.
Los boletos se pueden adquirir en la entrada de las Salineras o en las oficinas de turismo en Cusco. También es posible comprarlos en línea a través de plataformas especializadas en tours por el Valle Sagrado.
El costo de la entrada a las Salineras de Maras es accesible y varía según si eres turista nacional o extranjero. Los boletos se pueden adquirir en el mismo sitio o a través de agencias de turismo locales.
Costo de entrada a las Salineras de Maras | |
Turista | Precio de entrada |
Nacional | S/ 15.00 |
Extranjero | S/ 20.00 (6 USD) |
Niños Nacional y Extranjero (menores de 10 años ) | S/ 0.00 (No pagan) |
El horario de atención de las Salineras de Maras es de lunes a domingo, de 8:00 a.m. a 5:00 p.m., ofreciendo a los visitantes la oportunidad de explorar este fascinante lugar todos los días de la semana.
Las salineras de Maras, tienen un origen de hace 110 millones de años aproximadamente, son aprovechadas desde épocas preincaicas, preservando técnicas tradicionales que conectan a la comunidad con su historia.
No es posible, actualmente el acceso a estas áreas de producción está restringido por razones de salubridad y seguridad alimentaria. Esta medida asegura la calidad de la sal destinada al consumo humano y previene riesgos de contaminación.
Las Salineras de Maras ofrecen una experiencia única en la que puedes disfrutar de diversas actividades:
Admirar y observar las impresionantes terrazas con su pozas de sal que forman un paisaje excepcional, en armonía con la naturaleza y la historia de la región.
Capturar Fotografías Increíbles con el contraste entre las pozas blancas y el entorno montañoso , ideal para capturar momentos memorables..
Comprar Recuerdos Locales: Aprovecha tu visita para adquirir productos artesanales y sal de Maras, un recuerdo auténtico y especial que puedes llevar a casa o compartir con tus seres queridos.
La sal de Maras está puedes adquirir disponible en las tiendas de artesanía de las Salineras y en el mercado popular del Cusco, como el de San Pedro, ideal para quienes desean un toque auténtico de los Andes.
La sal de Maras, por sus beneficios únicos, es ideal para quienes padecen hipertensión o bajos niveles de sodio. Además, gracias a su contenido de hierro, zinc y magnesio, es excelente para cuidar la piel y reducir inflamaciones.
Existen tiendas dentro del sitio de las Salineras de Maras, pero no hay restaurantes cercanos. Por lo tanto, si deseas disfrutar de una comida, deberás dirigirte al poblado de Maras o a Urubamba, donde encontrarás más opciones gastronómicas.
Por supuesto que si, visitar en temporada de lluvias es una experiencia única, podrás disfrutar del contraste del paisaje verde con las pozas de sal blancas y rosadas.
Claro que sí, las Salineras de Maras son un lugar fantástico para llevar a los niños. Además de ser fácilmente accesible, ofrece una gran oportunidad para que aprendan y disfruten de un paisaje único.
Desde los miradores, podrás disfrutar de vistas panorámicas impresionantes de las Salineras y su entorno. Estos puntos de observación te permiten apreciar el paisaje en toda su magnitud, ofreciendo una experiencia visual única y memorable.
Al visitar este sitio arqueológico, podemos adentrarnos en su historia y paisaje a través de varios lugares de interés:
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