Huayna Picchu, es la famosa montaña que se eleva majestuosa detrás de la ciudadela de Machu Picchu, creando una vista impresionante que ha cautivado a miles de visitantes. Esta montaña ofrece a los aventureros la oportunidad de disfrutar de un recorrido lleno de misticismo y belleza natural, además de vistas panorámicas inigualables de la maravilla incaica.
Si estás buscando una experiencia única y desafiante en tu visita a Machu Picchu, no puedes dejar pasar la oportunidad de subir a la cumbre de Huayna Picchu. En este blog te proporcionamos toda la información que necesitas para planificar tu ascenso, desde la historia de este increíble lugar hasta los detalles sobre la compra de boletos.
La montaña Huayna Picchu, también conocida como Wayna Picchu, es una de las más imponentes de la región. Este magnifico pico alberga el gran Templo de la Luna, un adoratorio dedicado a la Pachamama y a las montañas sagradas. En sus escarpadas laderas, se encuentran varias construcciones incas, como templos y terrazas de contención. Desde la cima, se puede apreciar toda la ciudadela de Machu Picchu. Se cree que, en la época del Imperio Inca, Huayna Picchu fue un centro ceremonial donde se realizaban rituales y ofrendas a los dioses locales. Posiblemente también este sitio haya sido un lugar de vigilancia.
Está ubicado en la Cordillera de los Andes, a 2,693 metros sobre el nivel del mar, situada en la provincia de Urubamba, al noreste a 80 kilómetros de la ciudad del Cusco a unos 400 metros de la plaza de la ciudadela de Machu Picchu. El sitio forma parte del Santuario histórico de Machu Picchu, y del batolito de Vilcabamba. Su ubicación geográfica la convierte en un mirador privilegiado desde donde se puede apreciar la grandeza de la ciudadela inca de Machu Picchu y los valles circundantes.
El nombre «Huayna Picchu» proviene de dos vocablos quechua, donde «Huayna» significa joven y «Picchu» significa montaña, traducido en conjunto al español es «Montaña joven» o «Cima menor» En contraste con Machu Picchu, que significa «Montaña Vieja», Huayna Picchu destaca por su imponente y escarpada elevación.
Machu Picchu, fue construida en 1450 bajo el mandato del gobernador Inca Pachacutec, Huayna Picchu, posiblemente erigida en la misma época, fueron lugares de gran relevancia para los incas. Este último, un imponente pico era considerado un lugar sagrado donde se llevaban a cabo ceremonias y rituales especiales. Según investigaciones arqueológicas sugieren que pudo haber tenido varias funciones, como centro ceremonial religioso, fortaleza o torre de vigilancia.
En 1912, Hiram Bingham y algunos de sus compañeros de expedición, tras descubrir Machu Picchu, decidieron explorar Huayna Picchu. Años más tarde, en 1961, el Marqués de Wavrin también escaló Huayna Picchu acompañado de un guía llamado Valdivia, describiendo la experiencia de su aventura en detalle.
Para llegar a la cima de Huayna Picchu, se sigue un sendero que parte desde Machu Picchu en dirección al sector conocido como la Roca Sagrada o réplica de los Apus. Desde este punto, se continúa el recorrido hasta alcanzar la cima de la montaña sagrada.
El clima en Huayna Picchu, al igual que en Machu Picchu, varía según la época del año con temperaturas máximas entre 19°C y 21°C y mínimas entre los 8ºC y 11ºC, mientras que por la noche pueden descender a 0°C.Se caracteriza por temperaturas templadas durante el día y noches frescas. Cuenta con dos estaciones claramente definidas.
Estación Seca (abril a Septiembre): Este es el periodo ideal para hacer una caminata, ya que las condiciones climáticas son favorables. Los días son soleados, los cielos están despejados, y las vistas del valle circundante son impresionantes.
Estación de Lluvias (noviembre a marzo): A pesar de la humedad, las lluvias constantes y los caminos resbaladizos, Huayna Picchu es seguro con las precauciones necesarias. El clima es agradable y la vegetación espectacular con neblinas.
La temporada más ideal para visitar la montaña de Huayna Picchu es durante la estación seca, entre abril y octubre. Durante estos meses, las condiciones climáticas son más favorables, con cielos despejados y un sol radiante que permiten disfrutar al máximo de las vistas.
La flora de Huayna Picchu se caracteriza por una gran biodiversidad de plantas propias del bosque nuboso tropical andino. Entre las más representativas se encuentran los helechos (Tracheophyta), las orquídeas (Orchidaceae), las bromelias (Bromeliaceae), los musgos y los líquenes, además de árboles como el aliso (Alnus glutinosa), la queuña (Polylepis) y el chachacomo (Escallonia resinosa). Asimismo, se pueden encontrar plantas epífitas y plantas medicinales.
La Montaña Huayna Picchu alberga una gran variedad de especies animales. Entre las más destacadas se encuentran diversas aves, pequeños mamíferos, reptiles, insectos y una gran diversidad de anfibios, además de otras especies que habitan en este ecosistema.
El sendero es conocido como las «Escaleras de la Muerte» se asciende de forma pronunciada hasta la cima. Este tramo es uno de los más famosos y desafiantes del recorrido. Las escaleras empinadas y estrechas están talladas en la pared vertical de roca que asciende con más de 40 metros. Cuenta con más de 1000 peldaños. Aunque pueden parecer peligrosas, es posible superarlas sin inconvenientes si se avanza con precaución y calma.
Al final del recorrido, en la cima de Huayna Picchu, se encuentran algunas construcciones menores, como una portada y una gran piedra tallada en forma de trono, conocida como la «Silla del Inca.» La construcción para los incas debió ser ardua y peligrosa, sin embargo hoy en día afortunadamente existen pasamanos instalados para poder acceder con mayor seguridad.
En el camino hacia la cima del cerro Huayna Picchu, se encuentra el Templo de la Luna conocido como la Gran Caverna, bautizado así por el explorador H. Bingham. El Templo es un santuario ceremonial, construido bajo una gran roca. Los muros están decorados de carácter ornamental, con nichos trapezoidales de doble y triple jamba y falsas portadas.
Para los incas las cuevas se consideran como las entradas que permiten acceder a las montañas donde viven las deidades tutelares. Eran lugares elegidos para dejar ofrendas a los Dioses. Las hornacinas y portadas, se interpretan como símbolos de las vulvas de la Pachamama o diosa tierra, reflejando la conexión ancestral con la tierra.
Según Johan Reinhard en muchas culturas andinas, las cuevas eran consideradas puertas sagradas hacia las montañas, lugares de origen y de retorno final de los espíritus. Además se utilizaba como tumba, reflejando una profunda conexión espiritual con el paisaje.
Recientes descubrimientos arqueológicos bajo el Templo de la Luna sugieren una fuerte relación con el culto a las montañas. Se encontró una estructura con dos pequeños orificios en los nichos, a través de los cuales se puede ver la montaña del Yanantin, lo que refuerza la idea de las cuevas como portales sagrados hacia las montañas, hogares de deidades tutelares y ancestros.
Las construcciones incas en Huayna Picchu son estructuras rectangulares, probablemente utilizadas como puntos de vigilancia desde donde se podía observar la ciudadela de Machu Picchu. En esta montaña, también abundan terrazas en miniatura, cuya superficie limitada y ubicación en terrenos empinados sugieren que su función principal era prevenir deslizamientos.
Además, en la cima de Huayna Picchu, se encuentran andenes de tamaño regular, que cumplían otras funciones agrícolas o de estabilización.
Desde la cima de Huayna Picchu se despliega un panorama sin igual. Al mirar hacia abajo, se revela una de las vistas más impresionantes: Machu Picchu en su totalidad, con el río Urubamba serpenteando por el fondo del cañón, cuyo rugido de aguas turbulentas resuena en el aire.
Además, desde este punto privilegiado, se puede admirar el nevado Salkantay, sagrado para los incas. La alineación entre las cumbres de Huayna Picchu y Machu Picchu crea un espectáculo visual armonioso, fusionando naturaleza e historia en una vista magnífica.
Los boletos para Huayna Picchu pueden adquirirse en línea a través de páginas oficiales del Ministerio de Cultura del Perú o en las agencias de turismo autorizadas en Cusco. Es recomendable comprarlos con anticipación debido a la alta demanda.
Existen boletos que combinan la entrada a Machu Picchu con el acceso a Huayna Picchu. Es importante elegir el boleto que mejor se ajuste a tu plan de visita.
El ascenso a Huayna Picchu está incluido en el llamado Circuito 3 de Machu Picchu, que te permite explorar áreas específicas de la Realeza o parte baja de la ciudadela de Machu Picchu, antes de dirigirte a la montaña sagrada de Huayna Picchu.
Precios Actualizados | Extranjero | Nacional |
Adultos | 53 USD o S/200.00 | S/112.00 |
Estudiantes | 33 USD o S/125.00 | S/80.00 |
Niños ( desde 12 años ) | 31 USD o S/118.00 | S/80.00 |
El acceso a este lugar es limitado a un máximo de 400 personas por día, distribuidas en dos turnos diferentes de 200 personas cada uno. Los horarios son estrictos para controlar el flujo de visitantes. Asegúrate de visitar y recorrer Machu Picchu dentro del horario asignado según tu permiso antes de escalar Huayna Picchu.
Primer Turno: El primer turno para ingresar es entre las 7:00 y 8:00 a.m.
Segundo Turno: El ingreso es de 09:00 y 10:00 a.m. Este turno es para viajeros que desean disfrutar de Machu Picchu y Huayna Picchu con más tiempo.
El ingreso a Huayna Picchu es restringido, solo para 400 personas por día, por lo que debes comprar tu boleto con anticipación, especialmente en temporada alta. Verifica la disponibilidad antes de adquirirlo.
La caminata a Huayna Picchu es de dificultad moderada, con tramos empinados y angostos. El sendero tiene escaleras de piedra y algunas áreas abiertas, por lo que se requiere buena condición física y agilidad. Quienes tienen miedo a las alturas pueden encontrarlo desafiante. Quienes sufren de vértigo pueden superar sus miedos en esta caminata.
El acceso a Huayna Picchu tiene horarios estrictos y específicos, por lo que debes planificar tu caminata dentro del horario establecido en tu permiso. El recorrido de ida y vuelta generalmente toma entre 2 y 3 horas, aunque esto puede variar dependiendo de tu ritmo y condición física.
EL sitio arqueologico tiene un clima variable y difícil de predecir. Se recomienda estar preparado con los implementos necesarios para los cambios bruscos de temperatura durante la caminata.
El sendero tiene tramos empinados y expuestos, por lo que es importante caminar con precaución. Mantén el ritmo, descansa cuando sea necesario y sea consciente de tus propias limitaciones físicas. Asegúrate de utilizar las cuerdas y varadas cuando las requieras.
Huayna Picchu es la montaña sagrada de los incas, fue un lugar de gran importancia debido a sus múltiples funciones. Sirvió como centro ceremonial y punto estratégico de vigilancia desde el cual se podía observar Machu Picchu.
La gran caverna o más conocido como templo de la Luna recibió este nombre porque, durante las noches de luna llena el interior de este templo se iluminaba de forma natural, creando un efecto sorprendente que llamó la atención de quienes la visitaban.
Si, si puedes vencer tu miedo a las alturas, subir al Huayna Picchu será una experiencia increíble y te hará cambiar tu forma de ver el mundo al llegar a la cima. Solo necesitas respeto y fuerza de voluntad ante la majestuosidad de la montaña.
Si, es fundamental tener en cuenta que el sitio permite un máximo de 400 visitantes diarios, divididos en dos grupos. Esta medida busca tanto la conservación del lugar como garantizar la seguridad de los visitantes.
Sí, para recorrer la montaña Huayna Picchu los visitantes deben tener al menos 12 años de edad para poder hacer el ascenso.
Generalmente, se tarda aproximadamente de 2 a 3 horas en total, dependiendo del ritmo de cada persona y la condición física que este mantenga.
El ascenso puede ser más difícil y peligroso en condiciones de lluvia; en casos de mal tiempo extremo, el acceso puede ser restringido. Pero generalmente esto no sucede, sin embargo es importante tomar las medidas necesarias.
No hay servicios sanitarios en la montaña, por lo que se recomienda usar los baños en la entrada de Machu Picchu antes de comenzar el ascenso.
No, el uso de drones está prohibido en toda el área para no perturbar la paz del sitio y por razones de seguridad. Solo es permitido en caso de realizar investigaciones, previo permiso de las entidades correspondientes.
No es obligatorio, pero se recomienda contar con un guía especializado para enriquecer la experiencia con información histórica y práctica. Además que te permite mayor seguridad siguiendo las normas y reglas establecidas.