La Catedral de Cusco no es solo una iglesia, es un símbolo vivo de la resistencia cultural y la fe cristiana. Construida sobre el antiguo palacio del Inca Wiracocha, este monumento representa tanto la conquista y el sincretismo de dos culturas inca y española. Cada retablo, pintura y detalle arquitectónico tiene una historia que contar. ¿Te atreves a explorar sus misterios?
Descubre la majestuosidad de la Catedral del Cusco, un tesoro de historia y arte colonial. En este blog te enseñaremos todo lo que necesitas saber sobre la Catedral. Ven y conéctate con el pasado y presente.
La Catedral del Cusco, conocida como la Basílica de la Virgen de Asunción, es una majestuosidad arquitectónica y religiosa de la Iglesia Católica en Perú. Esta emblemática construcción forma parte de la Diócesis del Cusco y está compuesta por tres estructuras principales: la Basílica Central, la Iglesia del Triunfo y la Iglesia de la Sagrada Familia. Este edificio combina estilos arquitectónicos renacentista, barroco y gótico. Su diseño interior es en forma de cruz latina, incluye cruceros que conectan las dos iglesias laterales, creando un espacio armónico y simbólico.
La Catedral de Cusco se ubica en el centro histórico de la ciudad del Cusco a 3,399 metros sobre el nivel del mar, en el lado norte de la Plaza de Armas. Tiene una extensión de 3956 metros cuadrados.
Para llegar a la Catedral del Cusco es muy sencillo, puedes dirigirte desde cualquier punto de la ciudad en dirección a la Plaza de Armas. Desde el aeropuerto o el terminal terrestre, puedes arribar en 15 minutos aproximadamente en transporte.
La primera catedral de Cusco, conocida como la Iglesia del Triunfo, se construyó en 1539. Más tarde, entre 1560 y 1664, se levantó la actual Catedral del Cusco sobre los cimientos de dos estructuras incas: el Quishuarcancha, antiguo palacio del inca Wiracocha, y el Suntur Wasi, una casa circular destinada a almacenar armas y escudos.
Tras la fundación española de la ciudad del Cusco en 1534, el 13 de enero de 1536 el Papa Pablo III emitió una bula que creó el obispado del Cusco, con sede en la misma ciudad. Fray Vicente Valverde, designado como su primer obispo, eligió el terreno para la construcción de la catedral, asegurando el espacio necesario para este propósito.
La Catedral del Cusco, un símbolo majestuoso de la arquitectura colonial, se construyo con enormes bloques de piedra extraídos de la imponente fortaleza de Sacsayhuamán. Este proyecto comenzó en 1560 bajo la dirección de Juan Miguel de Veramendi, quien fue sucedido por Juan Correa debido a cambios en la supervisión.
A lo largo de los años, varios maestros asumieron la dirección de la obra, enfrentando desafíos arquitectónicos y logísticos significativos. Finalmente, en 1615, Miguel Gutiérrez Sencio tomó el mando, llevando el proyecto a su culminación en 1649. Bajo su supervisión, la catedral alcanzó su esplendor definitivo, convirtiéndose en un ícono cultural y religioso de Cusco.
Durante el terremoto de 1650, la Catedral del Cusco sufrió daños mínimos, en gran parte gracias al liderazgo del obispo Ocón y Arias de la Cerda. En aquel entonces, la mayoría de las bóvedas ya estaban concluidas, lo que resultó crucial para minimizar los efectos del sismo.
En cambio, el terremoto de 1950 afectó gravemente la estructura arquitectónica. Las torres del Evangelio y de la Epístola fueron las más dañadas, aunque en el interior los impactos fueron menores y menos significativos.
La Basílica central es de planta rectangular de tipo basilical, compuesta en tres naves: la nave de la epístola, la del evangelio y la central, alineadas con las tres puertas de la fachada. Su arquitectura destaca por catorce pilares cruciformes que sostienen veinticuatro bóvedas de nervadura, entre las que sobresalen la de ingreso y la del crucero, las más grandes. Estas bóvedas se apoyan en un sólido sistema de 21 arcos de piedra y 32 de medio punto, que combinan estabilidad y elegancia.
La Catedral está compuesta por tres templos principales: la Iglesia del Triunfo, la Iglesia de Jesús María y la Basílica principal. Cada una tiene características únicas que reflejan la riqueza cultural y artística del lugar.
La Catedral es el corazón de celebraciones que unen a la comunidad y fortalecen la fe.
El altar mayor de la Catedral del Cusco, creado en 1637 por Martín Torres y Fernando de Salazar, es una obra de arte colonial. Tallado en madera de cedro con hojuelas de oro, fue enriquecido con plata donada por el obispo Heras. Este retablo mide 8 varas de altura y 5 brazas y media de ancho, simboliza la fusión de arte y fe en el Cusco colonial.
La Sacristía de la Catedral del Cusco es un espacio histórico que exhibe los retratos de los obispos de la diócesis, desde Vicente de Valverde 1499–1541 hasta la actualidad. Su mayor tesoro es el imponente “Cristo de la Agonía», un retablo de cedro tallado que destaca por su realismo y emotividad. Esta obra, ejemplo del arte sacro cusqueño, combina maestría técnica y profundidad espiritual.
Las sillerías de coro son un conjunto de esculturas talladas en madera de cedro puro de estilo neoarcaico muy popular en España en los siglos XV y XVI, se ubican en la parte inferior de la nave central. En la parte central de la sillería se encuentra el sitial del Arzobispado y en su parte alta aparece labrada la virgen de la Asunción elevada por los ángeles. Existe un total de veinticuatro asientos en la primera fila y treinta y dos en la segunda fila.
Conocida como «La Sala de Plata», esta capilla lateral resguarda una invaluable colección de arte sacro, donde destacan piezas elaboradas con piedras preciosas, oro y plata. Entre sus tesoros sobresale un féretro de plata repujada, usado para procesiones del venerado ‘Señor de los Temblores’, y un enrejado de 160 kilos utilizado en el ‘Corpus Christi’. Este espacio refleja la profunda conexión entre la fe y el arte, siendo un testimonio de tradición y devoción.
El púlpito es una obra maestra de arte barroco, creada en 1647 por el ebanista cusqueño Juan T. Tuiro. Restaurado en 1995 por Victorino Fernandez Alegria, su diseño incluye columnas salomónicas, hojarascas retorcidas y capitales corintios. En su extensa destacan las imágenes de cuatro evangelistas y la Virgen de la Inmaculada Concepción. San Pablo adorna el antepecho, y el Redentor corona la obra. Este púlpito refleja la grandeza artística del Cusco colonial.
La pintura «La Última Cena», creada por el pintor cusqueño Marcos Zapata en 1755, basada en un grabado de Christoph Thomas Scheffler y Martin Engelbrecht se encuentra ubicada en la Catedral y la Sacristía. Mide 5 metros de alto y 4 de ancho, destaca por reemplazar el cordero pascual con una vizcacha, un símbolo espiritual andino ligado a los lagos y montañas. Este detalle fusiona la tradición religiosa europea con la cosmovisión andina.
El Señor de los Temblores, conocido como el Taytacha de los Temblores, es una imagen venerada de Cristo moreno crucificado y representa el patrón del Cusco. Su origen se remonta al terremoto de 1650, cuando los fieles lo sacaron en procesión para calmar el sismo, que cesó milagrosamente. Desde entonces, se le rinde homenaje como símbolo de protección divina. Cada Lunes Santo, es llevado en procesión, consolidando su importancia en la fe y cultura cusqueña.
El Lienzo es el cuadro anónimo de la pintura cusqueña, mandado a pintar por Alonzo de Cortez y Monroy. En este lienzo narra los acontecimientos del terremoto de 1650 en Cusco. En la parte inferior del cuadro existe una leyenda escrita a inicios del siglo XX, donde describe los hechos con precisión y los efectos del sismo. Esta obra es un puente entre la tragedia histórica y su interpretación cultural, destacándose como un valioso testimonio visual y narrativo.
Bajo el lado derecho del altar mayor, alberga las criptas y catacumbas que son estructuras subterráneas que se han utilizado para enterrar a los personajes más importantes de la iglesia o la realeza arzobispal. Las criptas son cámaras funerarias pequeñas decoradas con estatuas, frescas o mosaicos, mientras que las catacumbas son estructuras más grandes y complejas que contienen fosas comunes para enterrar grandes cantidades de personas, estos tienen pasillos y túneles interconectados.
En la Iglesia del Triunfo, situada junto a la catedral, se encuentra otra cripta de gran importancia histórica: la del cronista Garcilaso de la Vega, autor de Los comentarios reales de los incas. Esta cripta conserva la mitad de sus cenizas en una pequeña urna, mientras que la otra mitad descansa en España.
La Campana de María Angola, conocida como la Campana Monumental de Sudamérica, fue fundida en 1659 en honor a un esclavo angoleño. Esta campana mide 2,15 metros de altura y 5.980 kilos, su sonido resonaba a más de 20 millas. Según la tradición tradición dice que el esclavo añadió oro al crisol durante su creación, actualmente es utilizada en festividades importantes.
Además, destaca también campana María de la Asunción, la campana mas antigua de la catedral que fue creada en 1550 y fue testigo de siglos de historia.
La Iglesia de la Compañía de Jesús, ubicada en el centro de la plaza de armas construida sobre el antiguo palacio inca Amaruinca, deslumbra con su único altar mayor. Tallado en cedro y cubierto con hojas de oro, este altar combina estilos que reflejan la riqueza cultural y espiritual del lugar.
Ubicada en el corazón del Centro Histórico, esta emblemática plaza es un símbolo histórico y cultural de la capital del Imperio Inca, conocida como el «ombligo del mundo». Su entorno combina construcciones incas y coloniales, preservando el legado arquitectónico de la región. Además, está rodeada de tiendas y restaurantes que complementan su ambiente vibrante.
El Museo Inka, ubicado en la histórica Casa del Almirante cerca de la Plaza de Armas, resguarda una rica colección de cerámica, textiles, herramientas y momias incaicas. También incluye objetos de épocas pre incaicas y coloniales, ofreciendo un fascinante recorrido por la historia de los Andes. Este espacio invita a conectar con el legado cultural que define la región.
El Museo Machu Picchu, también conocido Casa Concha, resguarda una de las colecciones más completas de artefactos incas, devueltas por la Universidad de Yale tras años de disputas. En su exhibición destacan cerámicas, herramientas, textiles y restos humanos, hallados en la emblemática ciudadela de Machu Picchu.
En la Casa Cabrera, ubicada en la Plaza Nazarenas, se exhibe una colección única de arte prehispánico. Esculturas, cerámicas, joyas y objetos rituales de las culturas Moche, Nazca, Chavín e Inca destacan por su extraordinaria técnica y creatividad. Estas piezas, que abarcan desde 1250 a.C. hasta 1532 d.C., preservan el legado artístico de las civilizaciones precolombinas.
El museo Corikancha conocido como el Templo del Sol, situado en la Av. Sol. Este museo revela tesoros arqueológicos que conectan con la vida y espiritualidad incaica. Su colección incluye cerámicas, herramientas y piezas rituales que narran historias únicas.
El Boleto de ingreso está incluido en el Boleto Religioso de Cusco (CTR), que es gestionado por el Arzobispado del Cusco. Este boleto te permite visitar cuatro importantes destinos religiosos como la Catedral del Cusco, el Templo de San Blas, San Cristóbal y el Palacio del Arzobispado.
Puedes adquirir tu boleta del Circuito religioso en Cusco en cualquiera de estos puntos autorizados: La Catedral del Cusco, Museo de Arte Religioso, Iglesia San Blas y en la Iglesia San Cristobal.
El costo de entrada varía de acuerdo al tipo de boleto que elijas o deseas adquirir. Existen dos tipos de boletos, el boleto integral que incluye varios servicios y el boleto individual por separado.
Tipos de Boleto | Adultos | Estudiantes |
Boleto integral (incluye Catedral, San, Blas, San Cristóbal, Palacio arzobispal) | S/.30.00 (7,91 USD) | S/.12.50 ( 3,29 USD) |
Catedral Basílica | S/.25.00 (3,95 USD) | S/.7.50 (1,98 USD) |
Iglesia San Blas | S/.15.00 (3,95 USD) | S/.7.50 (1,98 USD) |
Palacio Arzobispal | S/.15.00 (3,95 USD) | S/.7.50 (1,98 USD) |
San Cristóbal | S/.15.00 (3,95 USD) | S/.7.50 (1,98 USD) |
Los niños menores de 9 años de edad no pagan, el ingreso es gratuito, para acceder deben presentar documento de identidad que confirme su edad.
La Catedral del Cusco abre sus puertas al público todos los días, de lunes a domingo, en el horario de 10:00 a.m. a 6:00 p.m. Durante eventos religiosos, los horarios pueden variar para adaptarse a las celebraciones especiales.