Moray es uno de los sitios arqueológicos más fascinantes del Valle Sagrado de los Incas. Este lugar, conocido por sus impresionantes terrazas circulares, atrae a viajeros de todo el mundo interesados en la historia, la arqueología y la cultura andina. Su particular diseño ha despertado múltiples teorías sobre su propósito, convirtiéndose en un enigma que despierta la curiosidad de cualquier visitante.
Si estás planeando un viaje a Cusco, no puedes dejar de incluir Moray en tu itinerario. Descubre la riqueza histórica y cultural de este sitio único y vive una experiencia inolvidable en el corazón de los Andes.
Moray fue un importante centro de experimentación agrícola de los incas, compuesto por cuatro andenes circulares concéntricos que parecen descender hacia el interior, como un cráter artificial. Este sitio emblemático es una muestra de la extraordinaria habilidad agrícola, utilizada probablemente como laboratorio para cultivar a diferentes altitudes y en diversos microclimas.
Moray simboliza la conexión profunda de los incas con la tierra y el cosmos, y su diseño evidencia un avanzado conocimiento de agricultura, astronomía e ingeniería. Los incas demostraron así su capacidad para adaptarse y aprovechar las condiciones climáticas de su entorno.
El nombre «Moray» proviene de dos palabras quechuas: «Muyu,» que significa «redondo,» y «Uray,» que significa «abajo,» refiriéndose a un lugar circular y hundido.
Otra teoría sugiere que «Moray» podría venir de «Aymoray,» que en quechua significa «cosecha de maíz.» Este término está relacionado con el calendario agrícola inca, ya que en mayo se cosechaba el maíz y se producía la papa deshidratada, llamada «moraya» o «chuño.» Por eso, el nombre podría estar ligado a esta época de cosecha.
Moray, está ubicado a 3,380 metros sobre el nivel del mar, se encuentra situado en una meseta ondulada a 7 kilómetros de Maras y 38 kilómetros al noreste de Cusco. Este sitio arqueológico está dentro de la comunidad de Kaccllaraqay y Misminay, en el distrito de Maras, provincia de Urubamba, región Cusco.
Existen diversas maneras de llegar, dependiendo tanto de tu presupuesto como del tiempo disponible.
En Tour Organizado: La forma más conveniente de visitar Moray es mediante un tour organizado. Estos tours suelen incluir transporte, guía especializado y visitas a sitios cercanos como Maras y las Salineras.
En Taxi (Privado): Otra opción es contratar un servicio de taxi desde Cusco o Urubamba. Esta opción ofrece mayor flexibilidad y comodidad aunque es más costosa.
En Transporte Público (Bus): Desde Cusco, puedes tomar un autobús en el terminal de Pavitos, hacia Urubamba hasta el desvío y luego un taxi colectivo hasta Moray. Aunque es una opción más económica, puede requerir más tiempo y planificación.
El clima en Moray es templado y seco durante la mayor parte del año, con una temperatura promedio que oscila entre 20ºC a 0°C. Durante el día es cálido y seco, mientras que por las tardes el clima es frío y con presencia de vientos. Existen dos estaciones bien marcadas y definidas.
♥ Temporada Seca: La estación inicia de abril a octubre, durante el día alcanza 21ºC y presenta un paisaje árido por la escasez de lluvias.
♥ Temporada de Lluvias: Va de noviembre a marzo, con una temperatura promedio de 20ºC. A pesar de las lluvias frecuentes, el impresionante paisaje sigue siendo un deleite para los visitantes.
La estación más propicia para visitar Moray es en la temporada seca de abril a octubre, cuando el clima es estable, los días son soleados y las condiciones son ideales para explorar. Durante la temporada de lluvias, de noviembre a marzo, el paisaje se vuelve un vibrante verde, con días mayormente nublados, pero con destellos de sol que crean una experiencia especial.
La flora de Moray, típica de la región andina, incluye plantas nativas como el ichu (Stipa ichu), cactus, ñuchhu (Salvia oppositifolia), chinchircoma, chilka (Baccharis genistelloides), aliso (Alnus glutinosa) y kantu (Cantua buxifolia). Además también crecen cultivos como el maíz (Zea mays), junto a especies introducidas como el eucalipto (Eucalyptus) y la tara (Caesalpinia spinosa), que enriquecen su paisaje único.
La fauna de la región es diversa e incluye aves majestuosas como el cóndor andino, pequeños mamíferos, y varias especies de reptiles. Entre las especies más destacadas se encuentran la perdiz (Nothoprocta pentlandii), los venados (familia Cervidae), los zorros (Vulpes vulpes) y el cernícalo (Falco sparverius), entre otros.
Los primeros habitantes de Maras fueron los Paqallamoco, Chanapata y más tarde los Kuyususyus. Antes de los incas, las etnias Maras y Ayarmacas ya dominaban el Valle Sagrado y la Meseta de Moray, probablemente usando el terreno para la agricultura. Los sumideros de Moray les resultó interesante, lo que llevó a la construcción de andenes y muros. Según la historiadora María Rostworowski, Moray fue un lugar sagrado, conocido como la «Huaca de las Ayarmacas.
Los incas construyeron Moray entre los siglos XV y XVI como un innovador centro agrícola. Diseñaron terrazas concéntricas y sistemas hidráulicos avanzados para optimizar el cultivo de maíz, papa y coca. Estas terrazas circulares generaban microclimas, permitiendo experimentar con diversos cultivos según la altitud. Además, implementaron sistemas de riego eficientes y almacenes para maximizar la producción agropecuaria. También organizaron el calendario astronómico y otros aspectos relacionados con la administración del estado inca.
Durante el siglo XVI, en la época colonial, Moray dejó de ser un centro agrícola de relevancia, aunque siguió destacando por su singular diseño. Mientras tanto, el poblado de Maras fue tomado por los colonizadores, transformándose en la Villa San Francisco de Maras, fundada en 1556 por Pedro de Ortiz de Orue.
En 1932, Robert Shippee y George Johnson fotografiaron a Moray, destacando su función agrícola. Más tarde, en 1957, el Dr. Luis A. Pardo llamó a estas terrazas «Los anfiteatros» por su forma. En 1978, John Earls e Irene Silverblatt confirmaron que Moray era un laboratorio agrícola experimental. Finalmente, en 1986, Alfredo Valencia y Arminda Gibaja reafirmaron que estas terrazas servían para aclimatar diversas variedades de cultivos.
Moray, actualmente es protegido por el Ministerio de Cultura, en ella se cultivan 60 variedades de papa nativa. Hoy en día este sitio es un atractivo turístico y sitio de interés arqueológico. Este lugar es cuidadosamente estudiado y preservado para garantizar la conservación de su rica historia y legado cultural.
Muyu Quechuyoc es el conjunto de terrazas más grande y profundo de Moray, diseñado en círculos concéntricos que muestran el ingenio inca. Cuenta con 15 terrazas que descienden en una depresión natural con una profundidad de 150 metros. En la octava plataforma, se halla un recinto rectangular de dos habitaciones, con dos puertas
Estas terrazas, construidas en un sumidero natural, tienen un sofisticado sistema hidráulico con once caídas de agua alineadas. Cada terraza incluye cuatro juegos de escalones empotrados en las paredes o escaleras voladizas (sarunas), que permiten el acceso de un nivel a otro.
Simamuyu es un conjunto de 7 terrazas concéntricas situadas al noroeste de Muyu Quechuyoc. Estas terrazas, se despliegan hacia el suroeste con mayor amplitud, cuenta con una caída de agua en este mismo cuadrante. Además, sarunas integradas en las paredes conectan los niveles, realzando el diseño único del lugar.
El Intihuatana Muyu se encuentra ubicado al noreste de Simamuyu (B), cerca al Intihuatana pata. Cuenta con 6 terrazas concéntricas, existe una enorme plaza en forma de terrazas y terrazas adicionales, cuenta caídas de agua y escaleras voladizas empotradas en las terrazas. En la parte superior del Muyu C existen dos recintos rectangulares estrechos construidos cerca de la terraza más alta.
Ubicado al suroeste, en las faldas del cerro Wanumarca, es conocido como el «Círculo del Arcoíris» o «Ñustahispana». Este conjunto es el más pequeño entre las terrazas de Moray y destaca por su diseño único. Compuesto por dos terrazas circulares concéntricas, el sitio incluye elementos como caídas de agua, escaleras voladizas y huacas, sigue el patrón arquitectónico tradicional de Moray.
Es un conjunto de nueve terrazas rectas y ovaladas, reflejan un cambio estético en su forma y apariencia embelleciendo el paisaje de Moray. Estas terrazas sirvieron para controlar los deslizamientos de tierra y para estabilizar las pendientes, adaptándose a la topografía del terreno.
El Intihuatana Pata, ubicado en lo alto de Moray, alberga dos edificios ceremoniales de gran prestigio que servían de alojamiento real y espacio para rituales incas. Los pórticos de doble marco, símbolo de su importancia, aún conservan sus cimientos hasta nuestros días.
Ubicada en el centro de las terrazas concéntricas A y B, esta plataforma servía como plaza ceremonial para rituales incas y como observatorio. Probablemente, también era un Usnu, un altar sagrado que recuerda una pirámide escalonada. Según las investigaciones, este fue el núcleo ceremonial de Moray.
Las Salineras de Maras, situadas a 2,940 metros sobre el nivel del mar situado en las laderas del cerro Qaqawiñay, dentro de las comunidades de Maras y Pichingoto. Este lugar es uno de los más grandes centros de extracción de sal en el Valle Sagrado de los Incas, alberga 4,500 pozos de sal que se han usado desde tiempos prehispánicos.
Se ubica a orillas del río Vilcanota y en la margen derecha, la comunidad de Pichingoto se asienta en las faldas de Qoriq’aqya, rodeada de yacimientos de fragmentos de cerámica Killke. Las viviendas en esta área están construidas con adobe, mientras que sus interiores están tallados directamente en la montaña, formando cavernas o cuevas habitadas hasta el día de hoy, en pleno siglo XX.
Ubicado en la margen derecha del riachuelo que lleva a las salineras de Maras, este sitio alberga antiguas estructuras funerarias. Las tumbas, hechas de piedras pequeñas de evaporitas y calizas unidas con mortero de barro, destacan por su construcción singular y su importancia histórica en la región.
Está ubicado muy cerca de Moray, este restaurante ofrece auténtica comida peruana con opciones para vegetarianos, veganos y dietas sin gluten. Su servicio es excelente, con una amplia selección de bebidas.
Dirección: Vía a Moray 3,568 Meters Above Sea Level, 53 Kilometers, Maras 08655 Perú.
Teléfono:+51 926 948 088.
El Parador de Moray ofrece auténtica cocina peruana, latina, y española, con opciones vegetarianas y saludables para todos los gustos.
Dirección: ubicado al fondo de Moray s/n Al lado del sitio arqueológico de Moray, Maras Perú.
Teléfono: +51 254753.
Es un lugar acogedor donde disfrutar de auténtica comida peruana, parrilla y cervezas artesanales hechas en casa, perfectas para cada ocasión.
Dirección: Palcaraky, Urubamba 0800777 Perú.
Teléfono: +51 993 831 936.
El hotel Taypikala, situado a solo 6.9 km de Moray, ofrece habitaciones cómodas y bien equipadas, en un entorno acogedor y con un servicio excepcional.
Dirección: Parcela N.1 Pampancocha Cusco, Urubamba 08660 Perú.
Este hotel en el Valle Sagrado de Urubamba, a solo 5.8 km de Moray, ofrece un ambiente romántico y acogedor, con jacuzzi, desayuno incluido y estacionamiento gratuito para una estadía memorable.
Dirección: 4to Paradero Yanahura Centro Poblado Men Centro poblado menor, Urubamba Perú.
Ubicado en el Valle Sagrado, este hotel es un refugio en las montañas, con vistas impactantes de los Andes y acogedoras villas andinas. Ofrece un espacio ideal para conectar con la paz y la energía de esta tierra ancestral.
Para visitar Moray, puedes elegir entre dos boletos según tu presupuesto y tiempo: el Boleto Turístico Integral (BTC), que incluye 16 sitios turísticos, o el Boleto Parcial (Circuito 3), que cubre solo Pisac, Chinchero y Ollantaytambo.
El precio para visitar Moray depende del tipo de boleto que prefieras. A continuación te detallaremos los costos exactos de cada tipo de boleto:
Tipo de Boleto | Turista Extranjero | Turista Nacional | Vigencia |
Boleto turístico Integral | S/. 130.00 (34,35 USD) | S/. 70.00 (18,49 USD) | 10 días |
Boleto Circuito 3 | S/. 70.00 (18,49 USD) | S/. 40.00 (10,59 USD) | 2 días |
El sitio arqueológico de Moray abre sus puertas todos los días, de lunes a domingo, desde las 7:00 a.m. hasta las 6:00 p.m.
El propósito de las terrazas de Moray fue crear un centro de investigación agrícola inca, diseñado para experimentar con diferentes microclimas y optimizar el crecimiento de diversas plantas.
Cada nivel de las terrazas tiene una temperatura ligeramente diferente debido a la variación de altitud y exposición solar, permitiendo a los incas simular distintos microclimas y cultivar una variedad de plantas en un mismo lugar.
Los incas utilizaban conocimientos avanzados de ingeniería y técnicas de construcción con piedra. Para crear las terrazas, utilizaron herramientas básicas y fuerza humana, adaptándose a las características naturales del terreno.
Se recomienda al menos dos horas para recorrer Moray a un ritmo tranquilo, tomar fotos y comprender las diferentes terrazas y su propósito.
Moray sigue siendo un sitio de interés para arqueólogos y científicos, ya que demuestra cómo los incas exploraban la biodiversidad y los microclimas. Investigadores modernos estudian aquí técnicas agrícolas tradicionales y su impacto en la sostenibilidad.
Los incas diseñaron canales y drenajes para distribuir el agua eficazmente en cada nivel de las terrazas de Moray, asegurando una irrigación precisa que favorecía el crecimiento de los cultivos.
El sitio de Moray fue descubierto en 1931 por los exploradores estadounidenses Robert Shippee y George Johnson, quienes lo identificaron mientras sobrevolaban la zona.
Moray a diferencia de Tipón o Pisaq, que son terrazas agrícolas tradicionales, fue diseñado como un centro experimental. Su estructura en forma circular y su capacidad de replicar diferentes climas lo distinguen de otros sitios agrícolas incas.
Sí, Moray es un sitio accesible para visitar en familia, incluyendo a niños. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el terreno es irregular por lo que se recomienda vigilar de cerca a los niños pequeños.
El recorrido completo de Moray puede tomar entre una y dos horas, dependiendo del ritmo de cada visitante y si desean tomar fotografías o descansar en el sitio.