Wiñayhuayna, cuyo nombre en quechua significa «Siempre joven» o «Eternamente joven,» es uno de los sitios arqueológicos más destacados en la ruta del Camino Inca. Este sitio se encuentra dentro del Santuario Histórico de Machu Picchu, ubicado entre los sitios de Phuyupatamarca e Intipunku, a solo 7 km de la famosa maravilla del mundo. Wiñayhuayna fue un importante centro religioso y agrícola. Sus estructuras arquitectónicas incluyen amplias terrazas de cultivo, recintos superiores e inferiores, escalinatas, y una fuente de agua, donde se realizaban rituales en honor al agua.
Explora Wiñayhuayna, un impresionante sitio arqueológico ubicado en el corazón del Camino Inca a Machu Picchu. En este blog, te invitamos a descubrir su fascinante historia, su rica cultura y la naturaleza que lo rodea. Ven y sumérgete en la majestuosa civilización inca, donde cada rincón cuenta una historia.
El sitio arqueológico de Wiñayhuayna, ubicado a la altura del kilómetro 104 del ferrocarril Cusco-Machu Picchu, se encuentra en la cima del poblado de Lucmachayoc, cerca de la orilla izquierda del río Urubamba. Este lugar está dentro del distrito de Machupicchu, en la región de Urubamba, a una altitud de aproximadamente 2,700 metros sobre el nivel del mar. Wiñayhuayna se erige a lo largo del emblemático Camino Inca, a solo unos pocos kilómetros de la majestuosa ciudadela de Machu Picchu. Esto lo convierte en una parada esencial en el recorrido, ofreciendo a los visitantes una oportunidad única de conectarse con la historia y la naturaleza, antes de llegar al destino final.
El nombre Wiñayhuayna, significa «Siempre joven» o «Eternamente joven», proviene de dos palabras en quechua: «wiñay», que significa siempre o eternamente, y «huayna», que significa joven. En 1942, el arqueólogo Julio C. Tello bautizó este lugar con el nombre de Wiñayhuayna, inspirado en una orquídea de color púrpura que lleva el mismo nombre. Esta elección no fue casual, ya que esta hermosa planta abunda en el sitio y a lo largo de todo el Camino Inca.
El nombre Wiñayhuayna también simboliza la perpetuidad y vitalidad del lugar, que ha perdurado a través del tiempo, manteniéndose como un testimonio vivo de la grandeza de la civilización Inca.
El clima en Wiñayhuayna es generalmente templado, con temperaturas que varían entre los 12°C y 24°C. Durante la temporada de lluvias, que va de noviembre a marzo, el sitio puede ser más húmedo y resbaladizo, mientras que la estación seca, de abril a octubre, ofrece cielos despejados y una experiencia de caminata más agradable.
La mejor época para visitar Wiñayhuayna es durante la estación seca, entre los meses de abril a octubre. En estos meses, las condiciones climáticas son más favorables para realizar el recorrido por el Camino Inca, con menos probabilidad de lluvias y senderos más seguros. Sin embargo puedes visitar también en estaciones lluviosas, el recorrido es dificultoso pero es único acompañado de un paisaje colorido.
Wiñayhuayna está rodeado de una rica biodiversidad, existe una gran variedad de especies propias de la región andina. El Santuario Histórico de Machu Picchu alberga mas de 300 variedades de orquídeas, destaca la orquídea Wiñayhuayna. Ademas podras apreciar helechos (Tracheophyta), molles (Schinus molle), eucaliptos (Eucalyptus), cedros (Cedrus), claveles (Dianthus caryophyllus) y una variedad de plantas nativas que florecen a lo largo de las terrazas y senderos, creando un entorno natural que complementa perfectamente la majestuosidad del sitio.
En cuanto a la fauna de Wiñayhuayna, es posible avistar la mayoría de especies dentro del Santuario Historico de Machu Picchu como nutria de río (Lontra longicaudis), puma (Puma concolor), oso de anteojos (Tremarctos ornatus), venado enano (Mazama chunyi), venado de cola blanca (Odocoileus peruvianus) y aves como el tucan andino(Andigena hypoglauca), churrete real (Cinclodes aricomae) . También es común encontrar algunos reptiles que habitan en los alrededores. Además encontraras en Wiñayhuayna a los famosos camélidos sudamericanos como las llamas (Lama glama) y las alpacas (Vicugna pacos) que circulan en el sitio.
Antes de la llegada de los Incas, la zona de Wiñayhuayna pudo haber sido ocupada por grupos étnicos locales que practicaban la agricultura y tenían un profundo conocimiento de la geografía y el clima de la zona.
Durante el período Inca, Wiñayhuayna es construido en el siglo XV durante el período Inca bajo la dirección del gobernador Pachacútec, desempeñó funciones agrícolas, religiosas y sirvió como punto de descanso para los viajeros en su camino hacia Machu Picchu. Se cree que Wiñayhuayna se construyó como un eslabón crucial en el sistema religioso y administrativo del Tawantinsuyo, conectando centros ceremoniales clave. Sirvió como residencia y santuario para la élite inca, reforzando su importancia en la red de caminos y lugares sagrados que culmina en Machu Picchu.
En la época colonial, Wiñayhuayna, al igual que muchos otros sitios Incas, fue abandonado y quedó oculto por la densa vegetación. La conquista española trajo cambios significativos en la región, y muchos de los conocimientos y prácticas Incaicas fueron reemplazados o perdidos.
El sitio arqueológico de Wiñayhuayna fue descubierto en 1941 por Paul Fejos con la Viking Foundation Expedition. Posteriormente fue el arqueólogo Julio Cesar Tello, quien investigó a profundidad y bautizó el sitio con el nombre Wiñayhuayna en honor a la orquídea de Wiñayhuayna. Hoy en día Wiñayhuana es un sitio protegido por el ministerio de cultura por encontrarse en la ruta del camino inca y tener un valor importante histórico cultural.
Los recintos de Wiñayhuayna están conformados por dos grupos de treinta recintos rectangulares, distribuidos en dos sectores: superior e inferior. Estos sectores están conectados por una larga escalinata. Los recintos presentan amplias puertas de entrada, algunas de ellas trapezoidales. Por otro lado, los recintos del grupo inferior, con vanos ubicados en lo alto, probablemente fueron utilizados como depósitos y no como viviendas.
En Wiñayhuayna, se destaca un conjunto de estructuras conocido como la Casa del Inca. Estos recintos, que se encuentran bien conservados, probablemente fueron destinados al uso exclusivo de la máxima autoridad, sirviendo como la morada del gobernador inca. La Casa del Inca está compuesta por patios, canales de agua, puertas, ventanas y un conjunto de hornacinas.
El Torreón, la construcción más emblemática del sitio arqueológico de Wiñayhuayna, se encuentra en su cúspide. Esta estructura semicircular cuenta con siete ventanas que ofrecen vistas impresionantes del paisaje circundante. Para acceder al Torreón, se deben subir unas escalinatas que conducen a una portada de doble jamba abierta en la muralla. Se cree que esta edificación tenía funciones de observación y, posiblemente, también servía como lugar de adoración a los astros.
Las fuentes de agua en Wiñayhuayna se encuentran en la parte del torreón, desde donde descienden diez fuentes. Estas no solo proporcionaban agua a los habitantes, sino que también cumplían una función mágico-religiosa. Los canales y fuentes de agua estaban vinculados al culto del agua, un recurso sagrado en la cultura Inca, y se utilizaban en rituales de purificación.
Wiñayhuayna es famoso por sus 40 impresionantes terrazas de cultivo, conocidas como andenes agrícolas, que fueron construidas de manera concéntrica en las laderas de las montañas. Cada una de estas terrazas supera los dos metros de altura. Estas estructuras no solo fueron esenciales para la agricultura, sino que también jugaron un papel crucial en la prevención de la erosión y en la optimización del uso del agua en la región. Además, actuaron como sólidos muros de contención, protegiendo y sustentando el terreno.
Sus terrazas perfectamente diseñadas demuestran el avanzado conocimiento de la ingeniería agrícola de los Incas, mientras que las estructuras residenciales y religiosas sugieren que también fue un lugar de adoración y retiro espiritual.
Wiñayhuayna está conformada por una escalinata de 326 peldaños o gradas, que conecta dos grupos de recintos. Esta escalinata sirve como puente que interconecta ambos grupos, permitiendo el acceso entre ellos. Cada paso en esta estructura, cuidadosamente labrada, es un eslabón en la historia, uniendo el pasado con el presente en un sendero que conduce hacia lo eterno.
Sayacmarca, cuyo nombre en quechua significa «poblado inhiesto» o «ciudad inaccesible», se ubica en una colina a 3,575 metros sobre el nivel del mar, en la emblemática ruta del Camino Inca que conduce a Machu Picchu. Esta antigua fortaleza inca servía como un importante centro ceremonial y un puesto de control para los viajeros de la época. El complejo arquitectónico incluye plataformas agrícolas, recintos residenciales y un ingenioso sistema de canales de agua. Además, desde este sitio se pueden apreciar impresionantes vistas panorámicas que realzan su valor histórico y cultural, conectando al visitante con el pasado místico de los incas.
Runkurakay es una construcción circular pequeña, pero fascinante, conocida como «casa vieja redonda» o «casa de depósitos». Este sitio, que servía como un puesto de control en el Camino Inca, se encuentra a unos 8 kilómetros al sureste de Machu Picchu, a una altitud aproximada de 3,800 metros sobre el nivel del mar. Además, Runkurakay funcionaba como un tambo, brindando descanso a los viajeros y chasquis que recorrían el camino. Su diseño único, combinado con su estratégica ubicación, ofrece impresionantes vistas panorámicas del valle, permitiendo a los visitantes deleitarse con la belleza natural de la región.
Phuyupatamarca, conocida como «La ciudad sobre las nubes», es uno de los complejos arqueológicos más impresionantes y elevados del Camino Inca. Ubicada a 3,600 metros sobre el nivel del mar, este sitio se encuentra en una hoyada donde las nubes parecen reposar sin ser perturbadas. El complejo está conformado por amplias terrazas de cultivo, adoratorios que probablemente se utilizaban para el culto al agua, fuentes, escalinatas, una plataforma tipo atalaya y dos túneles con peldaños. Cada elemento en Phuyupatamarca evoca un pasado sagrado, donde la arquitectura se entrelaza con el paisaje, casi como si buscara tocar el cielo.
Intipata, situada a aproximadamente 2.5 kilómetros al sur de Machu Picchu y a una altitud de 2,850 metros sobre el nivel del mar, es un sitio impresionante que cuenta con 48 andenes, conectados por escalinatas y piedras salientes. Estas estructuras no solo sirven para comunicar los andenes, sino que también ofrecen recintos con ventanas y portadas adornadas con dinteles monolíticos. Un lugar donde la arquitectura se encuentra con el cielo, creando un paisaje que parece susurrar historias antiguas al viento.
Inti Punku, conocida como la Puerta del Sol, se ubica a un kilómetro de Machu Picchu y sirve como la entrada original para quienes recorren el Camino Inca. Al llegar a este punto, los viajeros disfrutan su primera vista de la majestuosa ciudadela, marcando así el final de una travesía épica.
La forma más popular de llegar a Wiñayhuayna es a través del Camino Inca, un recorrido de varios días que culmina en Machu Picchu. Este camino exige una preparación física adecuada, y es necesario reservar con anticipación debido a la limitada cantidad de permisos diarios. Para llegar al sitio arqueológico de Wiñayhuayna existen dos formas:
Esta ruta comienza en el kilómetro 82 de la vía férrea entre cusco y Machu Picchu, el recorrido es un largo camino, por lo que al tercer día del trekking después de pasar por el paso de Phuyupatamarca, al tercer día descenderás hacia el magnífico sitio de Wiñayhuayna.
Esta es una opción más breve del recorrido tradicional. Este recorrido comienza en el kilómetro 104 de la vía férrea Cusco y Machu Picchu. Tras cruzar el río Urubamba, caminarás por un sendero empinado que te llevará directamente a Wiñayhuayna. Este es uno de los puntos culminantes del camino corto, y la vista de las ruinas desde este ángulo es espectacular.
Wiñayhuayna es un sitio arqueológico inca situado en el Camino Inca hacia Machu Picchu. Su nombre significa «siempre joven» en quechua, reflejando su eterna belleza y la abundancia de orquídeas en la zona. Este sitio alberga un conjunto de estructuras arquitectónicas, incluye terrazas agrícolas, recintos ceremoniales, fuentes de agua y edificios residenciales.
Wiñayhuayna fue redescubierto en la década de 1940, aunque no se le prestó mucha atención hasta más adelante.
Wiñayhuayna es accesible a pie a través del Camino Inca. Es una parada común en el recorrido clásico de cuatro días que comienza en el kilómetro 82 de la vía férrea Cusco-Machu Picchu.
El sitio incluye extensas terrazas agrícolas, edificios residenciales y ceremoniales, así como una fuente ceremonial que demuestra la habilidad de los incas en la ingeniería hidráulica.
Las terrazas en Wiñayhuayna fueron utilizadas para la agricultura. Eran una forma eficiente de aprovechar la inclinación de la montaña para cultivar y controlar la erosión.
Los agricultores de wiñayhuayna cultivaban principalmente maíz, papas y productos fáciles de transportar, adaptados tanto a la altura como al clima del lugar.
Wiñayhuayna es la última gran parada antes de llegar a Machu Picchu en el Camino Inca, lo que lo convierte en un lugar crucial para los peregrinos que recorren esta ruta hacia el sitio sagrado. Se considera un espacio de preparación espiritual antes de alcanzar Machu Picchu, ya que cuenta con fuentes de agua que, probablemente, tenían un significado ceremonial para los incas.
Se recomienda dedicar tu tiempo al menos una o dos horas para explorar el sitio, lo que permite tiempo suficiente para recorrer las terrazas, observar las estructuras y disfrutar de las vistas panorámicas.
Como parte del Camino Inca, las visitas a Wiñayhuayna están sujetas a las mismas restricciones que el sendero, incluyendo un límite en el número de visitantes diarios y la necesidad de permisos anticipados.
Wiñayhuayna es importante arqueológicamente por su estado de conservación y por ofrecer información valiosa sobre la vida, la agricultura y la religión inca.
El viaje desde Cusco hasta el inicio del Camino Inca suele durar unas 3 horas en autobús, seguido de 2 a 4 días de caminata dependiendo de la ruta elegida.
Sí, para recorrer el Camino Inca es obligatorio ir acompañado de un guía autorizado. Lo recomendable es contratar una agencia de viajes, ofrecen guías especializados y profesionales.
No, Wiñayhuayna no cuenta con servicios de alojamiento. Los campamentos cercanos en el Camino Inca son la única opción.
El Camino Inca o el gran qhapac Ñan tiene una dificultad moderada a alta, debido a la altitud y la longitud del recorrido.
Sí, se necesita un permiso que se obtiene al reservar una excursión por el Camino Inca, el cual debe ser gestionado con anticipación. Por lo general las agencias de viaje se encargan de estos permisos y te ofrecen un servicio completo.