Warmiwañusca, conocido como el «Paso de la Mujer Muerta», es el punto más alto y uno de los mayores desafíos del Camino Inca clásico de 4 días. Este icónico paso de montaña, situado a 4,215 metros sobre el nivel del mar, ofrece a los caminantes una experiencia única, combinando esfuerzo físico, paisajes majestuosos y una conexión profunda con la naturaleza andina.
Aunque el ascenso puede ser exigente, la recompensa es inigualable: vistas panorámicas de los valles circundantes, el cielo abierto y la satisfacción de haber conquistado uno de los puntos más emblemáticos del recorrido hacia Machu Picchu.
Warmiwañusca es un paso montañoso en el Camino Inca, llamado así por la forma de la montaña que, según las leyendas locales, se asemeja a una mujer acostada. Este lugar es conocido tanto por su exigencia física como por su importancia simbólica, ya que representa el punto más alto del sendero.
Superar Warmiwañusca es considerado un logro significativo para los caminantes, marcando el tramo más desafiante del recorrido. Es también un espacio para reflexionar, rodeado por el impresionante paisaje de los Andes, donde la naturaleza se encuentra en su máxima expresión.
El paso de Warmiwañusca formaba parte del Qhapaq Ñan, la red de caminos construida por los incas para conectar Cusco con otras regiones del imperio. Aunque su altitud y condiciones lo hacían desafiante, los incas lo utilizaban como una ruta clave para el transporte de bienes, mensajeros y peregrinos.
El nombre «Warmiwañusca» está envuelto en leyendas locales que hablan de una mujer que murió en el paso, lo que otorga al lugar un aire místico y espiritual. Para los caminantes modernos, este lugar simboliza tanto el esfuerzo físico como la superación personal.
Warmiwañusca se encuentra en el segundo día del Camino Inca clásico, después de un ascenso de aproximadamente 1,200 metros desde el campamento de Ayapata.
Desde el paso, los caminantes disfrutan de vistas espectaculares de los valles circundantes y las montañas andinas. Es un lugar ideal para detenerse, tomar fotografías y admirar la inmensidad del paisaje.
El ascenso a Warmiwañusca es uno de los momentos más desafiantes del Camino Inca, poniendo a prueba la resistencia y determinación de los caminantes. Alcanzar la cima es un logro que genera un profundo sentido de satisfacción.
A medida que se asciende hacia Warmiwañusca, los caminantes atraviesan diversos ecosistemas, desde bosques nublados hasta páramos de gran altitud, ofreciendo una experiencia rica en biodiversidad y paisajes cambiantes.
Para muchos, Warmiwañusca es un lugar de reflexión y conexión espiritual. La inmensidad del entorno y el esfuerzo requerido para llegar a la cima crean un momento único para apreciar la naturaleza y la historia andina.