El nombre Maras resuena en el Valle Sagrado de los Incas como un enclave que une historia, paisaje y trabajo colectivo. Ubicado a casi 3.300 metros sobre el nivel del mar, este poblado y su entorno han mantenido durante siglos una actividad singular: la producción de sal a través de un sistema de terrazas preincaicas, conocidas localmente como las salineras de Maras. El pueblo es también punto de partida para explorar paisajes agrícolas, rutas ancestrales y vestigios de la vida rural en la sierra sur del Perú.
Ubicación y Acceso a Maras: Entre Cusco y el Valle Sagrado
Maras se encuentra en la provincia de Urubamba, región Cusco. Para quienes trazan su ruta desde Cusco ciudad, el trayecto terrestre abarca unos 40 kilómetros por carretera asfaltada hasta llegar al desvío que conduce al pueblo. Desde allí, un camino secundario serpentea entre colinas abiertas hacia las salineras. La altitud, cercana a los 3.300 metros, requiere cierta aclimatación; los visitantes suelen notar el aire seco y más frío, especialmente en los meses secos entre mayo y septiembre.
El acceso principal se realiza en vehículo privado o mediante tours organizados desde Cusco o Urubamba. Algunos visitantes optan por caminatas o recorridos en bicicleta que incluyen Maras y Moray, otra zona arqueológica cercana relacionada con terrazas agrícolas circulares. Los colectivos locales —una forma de transporte compartido— parten de Urubamba o Chinchero y pueden dejarte cerca del cruce a Maras, aunque desde allí suele ser necesario caminar o tomar moto-taxi para alcanzar tanto el pueblo como las salineras.
En lo geográfico, Maras domina una llanura elevada que contrasta con los valles profundos circundantes. Esta ubicación fue estratégica durante el periodo incaico por su cercanía con rutas ancestrales que conectaban comunidades agrícolas con centros religiosos y administrativos mayores. Hoy, la vista panorámica sobre la cordillera nevada del Vilcanota es uno de sus principales atractivos visuales.
Origen e Historia del Pueblo de Maras
El asentamiento actual de Maras fue fundado en la época colonial, aunque su ocupación humana antecede a la llegada española. Documentos eclesiásticos registran su existencia formal desde mediados del siglo XVI, cuando funcionó como cabecera parroquial para comunidades indígenas dispersas en la pampa circundante. Durante la colonización, muchas familias fueron trasladadas aquí desde otros ayllus (unidades familiares andinas), proceso conocido como “reducción”. El diseño urbano aún conserva rasgos originales: calles anchas empedradas y antiguas casonas con portadas blasonadas.
La iglesia principal —San Francisco de Asís— contiene retablos barrocos y pinturas coloniales atribuibles a talleres cusqueños del siglo XVII. En la actualidad es común encontrar apellidos indígenas y mestizos entre sus habitantes; muchas familias continúan realizando labores agrícolas complementarias a la explotación salinera.
A lo largo del virreinato peruano, la sal extraída de Maras abasteció gran parte del sur andino. Incluso después de la independencia, siguió siendo un recurso estratégico para el comercio regional antes del desarrollo industrial y la llegada masiva de sal marítima a otras ciudades peruanas.
Las Salineras de Maras: Funcionamiento, Técnicas y Organización
Las salineras de Maras constituyen un complejo hidráulico único en Sudamérica. Más de 3.000 pozas rectangulares ocupan una pendiente abrupta junto a un afluente menor del río Vilcanota (también conocido como río Urubamba). El secreto detrás de este fenómeno es una corriente subterránea hipersalina que emerge desde el interior de una montaña calcárea; su caudal —controlado mediante acequias rudimentarias— alimenta cada poza individualmente.
La técnica empleada es mayoritariamente manual: se dirige agua salada hacia las pozas y se deja evaporar bajo el sol andino durante varios días o semanas, según estación climática. Una vez que se forman costras blancuzcas —mezclas complejas de cloruro sódico con trazos minerales— los comuneros extraen la sal con palas y rasquetas tradicionales.
El sistema social detrás responde a formas colectivas herederas del ayni (reciprocidad) andino. Cada familia registrada posee derechos hereditarios sobre un número determinado de pozas; estos títulos no suelen venderse fuera del grupo comunal salvo casos excepcionales. La administración general está a cargo de la “Cooperativa Salinas de Maras”, fundada formalmente en 198 para regular producción, mantenimiento e incluso aspectos turísticos.
Diversidad Mineralógica y Usos Tradicionales de la Sal de Maras
La composición química distingue a la sal de Maras respecto al producto marino convencional: además del cloruro sódico predominante, contiene magnesio, potasio, calcio y pequeñas cantidades de otros minerales disueltos naturalmente por el flujo subterráneo. Este perfil ha sido objeto de análisis científicos publicados por universidades peruanas (por ejemplo, UNSAAC - Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco) entre 2015 y 202.
Tradicionalmente, esta sal no solo servía para sazonar alimentos sino también para procesos ancestrales como curado cárnico (charqui) o conservación vegetal (chuño). En algunas comunidades altoandinas se utiliza mezclada con cenizas para balancear dietas ricas en tubérculos pero pobres en sodio natural.
En tiempos recientes ha crecido su fama entre chefs nacionales e internacionales interesados en insumos autóctonos andinos. Su textura granulosa —frecuentemente vendida como “sal rosada” debido a ciertas tonalidades rojizas— la diferencia visualmente frente a sales refinadas industriales o importadas.
Organización Comunitaria y Economía Local Actual
La economía doméstica en Maras combina agricultura familiar —principalmente papa nativa, cebada y maíz— con ingresos derivados tanto de la venta directa como indirecta (mediante cooperativas) de sal procesada artesanalmente. Según registros municipales consultados en 2023, existen cerca de 400 familias activamente vinculadas al manejo del complejo salinero.
La estructura cooperativa implica asambleas anuales donde se discuten cuotas productivas, mantenimiento canalizado e incluso precios sugeridos al exportador minorista nacional o internacional. El Estado peruano reconoce formalmente este modelo asociativo; sin embargo, persisten debates internos sobre reparto equitativo ante la creciente demanda externa.
En paralelo al auge turístico pos-201 —impulsado por circuitos integrados con Moray y Chinchero— surgieron iniciativas para diversificar actividades: talleres artesanales (cerámica decorada con motivos locales), ferias gastronómicas estacionales e itinerarios guiados por comuneros expertos.
Cambios Ambientales Recientes: Retos Climáticos y Conservación
El funcionamiento sostenible del sistema depende críticamente del caudal constante proveniente del manantial hipersalino. Testimonios comunales señalan alteraciones estacionales ligadas tanto al cambio climático global como a fenómenos meteorológicos locales (por ejemplo sequías breves intensificadas tras eventos El Niño). Si bien hasta hoy no existen reportes técnicos concluyentes sobre reducción drástica del caudal base —según estudios realizados por especialistas locales hasta 2023— sí se observa variabilidad interanual que obliga a ajustar turnos y prácticas extractivas.
Los propios comuneros han desarrollado protocolos informales para reparación urgente de canales obstruidos o colapsados tras lluvias inesperadas; algunos procedimientos siguen pautas transmitidas oralmente desde generaciones previas. Actualmente existe colaboración restringida con equipos académicos externos interesados en modelar dinámicas hidrológicas tradicionales bajo escenarios modernos.
Un reto adicional radica en el manejo creciente del turismo: para evitar contaminación directa sobre las pozas activas, se establecieron senderos elevados delimitados mediante señalización multilingüe; los guías comunales están autorizados para limitar el acceso a zonas sensibles dependiendo del volumen diario.
Diversidad Cultural Contemporánea: Vida Cotidiana en Maras
La vida diaria fluctúa entre ciclos agrícolas determinados por lluvias (“época húmeda”, noviembre-marzo) y periodos secos dedicados principalmente a cosecha y extracción salinera intensiva (abril-septiembre). En muchas viviendas rurales conviven varias generaciones bajo un mismo techo; los niños suelen participar gradualmente en faenas comunitarias desde edades tempranas.
Las festividades patronales mantienen elementos cristianos superpuestos sobre tradiciones andinas más antiguas; destaca la fiesta principal dedicada a San Francisco alrededor del 4 octubre —con procesiones mixturadas que reúnen danzas típicas regionales como la contradanza o el huayno campesino— así como celebraciones menores asociadas al ciclo agrícola (por ejemplo el “pagapu” o agradecimiento ritual a los manantiales).
El uso cotidiano del idioma quechua sigue vigente entre adultos mayores; muchos jóvenes alternan español para fines escolares o comerciales sin abandonar expresiones idiomáticas propias identificables dentro del Valle Sagrado —fenómeno lingüístico documentado por investigaciones etnográficas regionales recientes.
Mitos Locales y Representaciones Simbólicas Relacionadas con las Salineras
Entre relatos orales recopilados hasta hoy destacan versiones sobre el origen mítico del manantial salino: algunas narrativas lo atribuyen al llanto petrificado de una divinidad femenina que protegía antiguos pastores errantes (interpretaciones recogidas por antropólogos cusqueños). Otras versiones sostienen simbolismos asociados al equilibrio natural entre agua dulce y agua mineralizada indispensable para sostener ciclos vitales humanos y animales.
Se considera habitual realizar ofrendas mínimas (“k’intus” u hojas secas) antes del inicio anual de faenas extractivas mayores; hay testimonios sobre pequeños altares improvisados cerca del nacimiento acuífero donde se depositan flores silvestres o puñados iniciales de sal recién cristalizada a modo propiciatorio.
El respeto intergeneracional hacia estos símbolos es visible en prácticas cotidianas: aun cuando priman criterios técnicos modernos para distribución productiva colectiva, muchos comuneros insertan gestos rituales previos antes de abrir canales nuevos o reparar acequias antiguamente consideradas “sagradas”.
Tendencias Recientes: Turismo Responsable e Innovaciones Locales
Desde mediados de la década pasada se observa mayor presencia turística nacional e internacional interesada tanto en visitas panorámicas como experiencias participativas (extracción demostrativa bajo supervisión comunal). Como respuesta han proliferado servicios guiados diseñados específicamente para grupos reducidos interesados en aspectos técnicos-históricos más allá del simple recorrido fotográfico tradicional.
Algunas asociaciones comunitarias impulsan proyectos piloto orientados al turismo responsable: circuitos educativos bilingües adaptados según edad/grupo profesional visitante; venta directa controlada únicamente dentro del perímetro autorizado municipal; integración voluntaria en labores agrícolas complementarias bajo calendario previamente acordado.
Para quienes buscan adquirir productos derivados existen variantes diferenciables: “sal gourmet” presentada en envases cerámicos pintados localmente; bloques compactos destinados al consumo animal extensivo (“sal mineralizada”) vendidos según peso bruto; mezclas condimentarias experimentales lanzadas recientemente bajo marcas colectivas regionales supervisadas por INDECOPI Perú.
Diferencias entre Maras, Moray y Otros Destinos Cercanos
Aunque suelen visitarse juntos debido a su proximidad geográfica, Maras no debe confundirse con Moray ni otros sitios arqueológicos vecinos dentro del Valle Sagrado. Moray destaca principalmente por sus depresiones circulares concéntricas interpretadas como laboratorios agronómicos incásicos dedicados a experimentación climática con cultivos diversos; su función dista técnica e históricamente respecto al complejo hidráulico centralizado exclusivo para extracción salina.
Otros destinos cercanos —como Chinchero (célebre por sus talleres textiles tradicionales) u Ollantaytambo (fortaleza inca monumental)— ofrecen rutas culturales complementarias pero no comparten ni ingenierías ni elementos simbólicos vinculados directamente con el ciclo productivo-marino ancestral propio solo de las salineras maraseñas.
Por ello resulta relevante diferenciar enfoques turísticos: aquellos interesados específicamente en sistemas hidráulicos precolombinos o formas organizativas rurales encontrarán valor particular solo dentro del microcosmos social/cultural/ambiental propio exclusivo únicamente identificado bajo el nombre Maras.
Pautas Prácticas para Visitar las Salineras y el Pueblo Maraseño
Al planificar una visita tanto al pueblo como al complejo salinero es recomendable considerar horarios tempranos si se desea evitar multitudes concentradas después del mediodía —especialmente durante temporada alta turística entre junio-agosto— así como prever protección solar adecuada dadas las condiciones exponenciales UV típicas arriba de 3 mil metros sobre nivel mar.
- Llevar ropa ligera pero capaz de proteger brazos/cuello ante radiación solar directa.
- Asegurar hidratación permanente debido al clima seco predominante buena parte año.
- No ingresar calzado inapropiado sobre sendos senderos irregulares/polvorientos alrededor pozos activos.
No está permitido tomar muestras directas ni manipular herramientas ubicadas junto piscinas sin autorización expresa guía local —esta norma responde tanto razones sanitarias cuanto respeto patrimonial colectivo vigente dentro reglamento comunal actualizado última vez durante asamblea general ordinaria marzo 2023.
Frequently Asked Questions
- ¿Es posible visitar Maras durante todo el año?
Sí, ambos sitios pueden visitarse durante todo el año gracias al clima templado típico andino. Sin embargo, los meses más secos —de mayo a septiembre— facilitan mejor observación conceptual/visual actividad extractiva tradicional debido baja frecuencia lluvias intermitentes frecuentes época húmeda navideña (noviembre-marzo). - ¿Pueden personas ajenas adquirir directamente pozos salineros?
No suele ser posible legalmente salvo casos extraordinarios autorizados vía asamblea general comunal previa verificación arraigo/residencia efectiva comprobable dentro núcleo familiar extendido directo inscrito oficialmente ante Cooperativa Salinas reconocida municipalidad provincial Urubamba. - ¿Qué idioma predomina actualmente dentro comunidad maraseña?
Se escuchan tanto español corriente cuanto variedad local quechua sureño distintivamente influenciado léxico propio valle Sagrado; adultos mayores prefieren expresiones idiomáticas tradicionales mientras jóvenes alternan ambos registros cotidiana convivencia escolar/laboral/comercial intraprovincial contemporánea. - ¿Hay restricciones actuales respecto fotografía profesional/comercial?
Desde 2019 está regulado uso equipo fotográfico/video profesional destinado publicación masiva/redes sociales comerciales mediante solicitud expresa previa dirección cooperativa/administradora – especialmente sesiones moda/producto industrial/campañas publicitarias externas requieren trámite autorización escrito pago tasa correspondiente conforme tarifario público oficial actualizado anualmente. - ¿Existe venta oficial/garantizada productos derivados fuera región Cusco?
Sí existen puntos certificadamente acreditados nacional/internacionalmente especialmente Lima/Arequipa/Lima mediante tiendas productos orgánicos gourmet certificados cooperativa propia – conviene verificar etiquetas autenticidad denominación origen protegido “Sal Rosada Marás Perú” antes adquirir cualquier presentación fuera área núcleo geográfico original delimitado administrativamente provincia Urubamba.